Una preocupación permanente de la administración es mantener una relación equilibrada entre los costos y los ingresos.
La determinación de los costos estrictamente indispensables es un reto; hay que eliminar los excedentes que necesariamente afectan este equilibrio, una ayuda valiosa dentro de este proceso es la planeación, que da la oportunidad de dirigir las acciones, incluyendo el costo fiscal, ya que es más fácil minimizarlo cuando se ve con anticipación (obvio es decir que dentro del marco legal).